Biografía
La vida tranquila y mesurada de la familia de Aleksey Yershov, ingeniero y profesor jubilado, cambió por completo cuando en el verano de 2020 las fuerzas de seguridad allanaron el apartamento de los creyentes con un registro. Se inició una causa penal contra un pensionista pacífico y posteriormente el tribunal lo condenó a prisión.
Alexey nació en febrero de 1953 en la ciudad de Seversk (región de Tomsk) en el seno de una familia de trabajadores. Ese mismo año, su padre murió trágicamente. Entonces, la hermana mayor de Alexey tenía solo cinco años. La madre tuvo que criar sola a cinco hijos. La madre y la hermana mayor de Alexey ya no están vivas.
Desde su infancia, Alexey coleccionaba sellos postales, cerillas, monedas, bonos (billetes de papel), postales y sobres. Asistió a varias secciones deportivas.
Después de graduarse de 8 clases, Alexey estudió en una escuela técnica y luego en la Universidad de Marxismo-Leninismo. Trabajó como técnico, ingeniero superior y mecánico, enseñó en una escuela vocacional. Ahora está jubilado.
En 1973, Alexey conoció a su futura esposa Lyudmila, y después de 3 años se casaron. Lyudmila trabajaba como maestra de preescolar. Le encanta pintar, leer y plantar plantas de interior. La pareja crió a dos hijos: un varón y una hija.
Los beneficios prácticos de las verdades bíblicas, así como la esperanza de la resurrección de sus amados parientes, impulsaron a Alexey a dedicar su vida a servir a Dios. Junto a su esposa, en 1994, emprendieron el camino cristiano. Su hija adulta, Olga, comparte los valores espirituales y morales de sus padres. Es fotógrafa aficionada.
En su tiempo libre, Alexey sigue coleccionando, trata de mantenerse en buena forma física: va a esquiar, se dedica a caminar escandinavo. Le gusta cultivar verduras y bayas en una parcela de jardín.
El enjuiciamiento penal y los registros tuvieron un impacto negativo en la salud de Lyudmila y Olga. La familia vive en constante estrés, a la espera de nuevas búsquedas e interrogatorios, pero a pesar de ello tratan de animarse mutuamente. Alexei comparte: "Este desafío nos unió como familia. Los amigos se sorprenden de que en Rusia puedan ser perseguidos por su fe, y nos apoyan de todas las formas posibles, por lo que les estamos muy agradecidos".