Biografía
A primera hora de la mañana del 11 de abril de 2020, en la ciudad de Teikovo, región de Ivánovo, se llevaron a cabo registros en los apartamentos de cuatro familias de creyentes. Entre las víctimas de la persecución penal se encontraba Alexander Vasichkin, de 50 años.
Alexander nació en 1969 en Bryansk. Tiene una hermana menor. De niño, se dedicaba a las acrobacias, jugaba al hockey, le encantaba hacer maquetas de barcos y aviones. El padre de Alexander murió a la edad de 52 años.
Después de completar su servicio militar, Alejandro permaneció en el ejército con el rango de alférez. Se graduó de una escuela técnica militar con un título en ingeniería mecánica. También tiene una especialidad de soldador. Después de estudiar en una escuela técnica, Alexander fue asignado a la unidad militar de la ciudad de Teikovo. Recientemente trabajó como conserje. En su tiempo libre, se dedica a la cría de abejas, al diseño de turbinas eólicas y, en verano, le gusta ir de excursión con su familia y amigos.
Alejandro conoció a su futura esposa Natalia en Teikovo. Se casaron en diciembre de 1993.
Natalia siempre ha estado convencida de que la Biblia es de Dios, por lo que poco después de la boda, la pareja comenzó un estudio profundo de este antiguo libro juntos. Alejandro se sintió profundamente conmovido por el cumplimiento de la profecía bíblica y la persona que Dios aparece en la Biblia.
Al convertirse al cristianismo, Alejandro se retiró del ejército. Esta decisión no fue fácil para él, porque a mediados de los 90 era difícil encontrar un nuevo trabajo. Además, su esposa esperaba un hijo.
La pareja crió a dos hijos, un varón y una hija. Ahora son adultos. Una afición familiar es el turismo activo.
Cuando la hija de Alexander tenía 12 años, la familia se enfrentó a una prueba grave: la niña fue diagnosticada con leucemia aguda. Por el momento, la enfermedad está en remisión.
Alejandro y su familia pasaron por un momento difícil, pero no sospechaban que les esperaba otra prueba: el enjuiciamiento penal por creer en Dios. La madre de Alexander, que no comparte sus creencias, está muy preocupada por él y trata de animar a su hijo con las palabras: "¡Sasha, bueno, reza!".