Biografía
Andrey Perminov, que estuvo confinado a una silla de ruedas desde su juventud, perdió a su padre en 2021, quien murió de coronavirus a los 93 años. Otra sorpresa fue que los agentes del orden público consideraban a Andrey un criminal peligroso debido a su fe en Jehová Dios.
Andrey nació en mayo de 1972 en la ciudad de Asha, en la región de Cheliábinsk. Uno de sus dos hermanos mayores murió trágicamente antes del nacimiento de Andrey. Toda la familia sintió la amargura de la pérdida durante muchos años.
De niño, a Andrey le encantaba leer libros, iba a las secciones de voleibol, lucha libre y esquí. Sin embargo, tuvo que abandonar el deporte debido a una enfermedad que lo confinó a una silla de ruedas.
En el año 2000, Andrey se graduó de la Universidad Estatal de Cheliábinsk con un título en Contabilidad y Auditoría. Trabajó como contador y auditor asistente para la sociedad de discapacitados de la ciudad, luego se convirtió en administrador y programador de sitios web.
Andrey estaba preocupado por el futuro, el desarrollo de las tecnologías, la mejora de las condiciones de vida de las personas. Desde niño, pensó profundamente en el significado y la fugacidad de la vida. En 1995, Andrey comenzó a estudiar la Biblia con sus padres, y en 1999 se embarcó en el camino cristiano. Aunque los padres no terminaron por unirse a su hijo, aprobaron sus puntos de vista. El padre incluso llevó a Andrey a los servicios de la iglesia en una silla de ruedas.
En el mismo período, en 1995, Andrey conoció a Natalia, quien, como él, apreciaba los principios bíblicos. Le gustaba por su amabilidad, atención y compasión por la gente. En junio de 2015, Andrey y Natalya se casaron. Les encanta pasar tiempo juntos y, si es posible, están en la naturaleza. Andrey también está interesado en los lenguajes de programación y le encanta ver videos sobre la construcción de carreteras y puentes, y Natalya cuida el jardín en su tiempo libre.
El registro y la persecución penal interrumpieron el ritmo habitual de la vida de los creyentes. La actitud de los agentes de la ley hacia ellos como hacia los criminales es muy desagradable para los Perminov. Cualquier golpe en la puerta o el sonido de un coche que se acerca ahora activa una alarma.
Los parientes y amigos de los Perminov se sorprenden de que solo por leer la Biblia, uno pueda ser acusado de un delito grave. La anciana madre de Andrey está enferma y no sabe nada sobre el caso penal, ya que se convertiría en un serio estrés para ella.