Biografía
Yuriy Khurikov, pensionista del Ministerio del Interior y ex empleado del servicio de seguridad económica, fue procesado por creer en Jehová Dios junto con su hijo Roman.
Yuriy nació en 1967 en el pueblo de Dolinskoye (Ucrania). Tiene una hermana menor. Su padre trabajaba en la fábrica como soldador, su madre como operadora de sala de calderas.
En su juventud, Yuriy era aficionado a los deportes, se dedicaba al boxeo. Después de la escuela, ingresó en la Escuela Superior de Armas Combinadas Político-Militar de Novosibirsk y se graduó en 1988.
Yuriy tiene una rica trayectoria: durante dos años se desempeñó como secretario del comité del Komsomol del campo de entrenamiento en la ciudad de Berdyansk; de 1990 a 1992 se desempeñó como asistente del jefe del departamento político de la Escuela Militar Unida de Simferópol en Crimea; luego trabajó durante algún tiempo en el departamento de investigación criminal; de 2006 a 2021, trabajó en el servicio de seguridad económica de un banco en Surgut, de donde Yuriy tuvo que dimitir debido a las acusaciones de extremismo presentadas en su contra.
Yuriy conoció a su futura esposa, Irada, cuando era estudiante en Novosibirsk. Él era cadete militar y ella estudiaba en el Instituto Pedagógico. En 1987, los jóvenes se casaron. Irada trabajó como maestra de jardín de infantes y luego como operadora de sala de calderas. Los Khorikov tienen dos hijos. El hijo mayor está casado y la hija todavía está en la escuela. Ambos cónyuges ya están jubilados. Les encanta caminar, charlar con amigos en la naturaleza y resolver crucigramas japoneses.
Yuriy a menudo pensaba en el significado de la vida. Sus puntos de vista cambiaron después de conocer la Biblia. Según él, fue entonces cuando sintió paz y tranquilidad en su corazón. En 2004, siguió a su esposa en el camino cristiano.
El coronavirus afectó la salud de Yuriy, y el enjuiciamiento penal y el sobreseimiento en relación con él se sumaron a las preocupaciones. La familia trata de no perder el optimismo y apoyarse mutuamente durante este momento difícil.