Biografía
En la región de Sajalín, se abrió una causa penal contra Vyacheslav Ivanov. El tribunal le impuso una condena condicional de dos años solo por su fe.
Viacheslav nació en Yuzhno-Sakhalinsk en 1970 en el seno de una familia de trabajadores sencillos. Tiene un hermano y una hermana mayores. De niño, a Vyacheslav le encantaban los juegos y deportes al aire libre, disfrutaba jugando al fútbol, al tenis, al hockey y se dedicaba a la persecución. Después de la escuela, sirvió en el ejército y recibió un diploma en ingeniería de radio en una escuela náutica, luego trabajó como electricista. Desde 2013, es un empresario individual en el campo de la renovación de apartamentos.
Durante algún tiempo, Viacheslav vivió en Magadán y Vladivostok, pero luego regresó a Yuzhno-Sakhalinsk para cuidar de su madre gravemente enferma, lo que hizo hasta su muerte en 2018.
Incluso en la escuela, Vyacheslav estaba interesado en la historia, quería saber cómo aparecía todo. "Fue amargo que nunca me enteraría, e incluso lloré por eso", recuerda. "Y cuando estalló un conflicto armado en Nagorno-Karabaj tras el colapso de la URSS, pensé: ¿de dónde viene el mal? Después de todo, todo el mundo quiere paz y felicidad. Empecé a buscar la respuesta en la literatura histórica, pero me di cuenta de que había que partir de la Creación. He oído que la Biblia es un libro extraordinario. Al investigarlo, encontré la respuesta a una pregunta que me había estado molestando durante mucho tiempo".
A finales de 2007, Vyacheslav conoció a su futura esposa Irina, y 9 meses después se casaron. Cultiva flores de casa, teje, dibuja, le encanta cantar. Irina tiene dos hijos adultos que viven en otra ciudad. Los esposos están felices de estar en la naturaleza, junto al fuego en la orilla del mar, ir al bosque a buscar bayas, jugar juegos de mesa.
La persecución penal cambió radicalmente la vida de los esposos. La enfermedad crónica de Irina empeoró debido a una situación estresante. Los parientes de los cónyuges están perplejos por qué una persona tan pacífica y comprensiva fue reconocida como extremista.