Biografía
En agosto de 2023, Roman Gumenyuk se enfrentó a la persecución por su fe. En la época soviética, su padre, que era testigo de Jehová, pasó tres años en la cárcel por sus opiniones pacifistas, y más tarde fue rehabilitado como víctima de la represión política.
Roman nació en enero de 1982 en el pueblo de Zalari, en la región de Irkutsk. Creció en una familia numerosa, tiene dos hermanas y dos hermanos. Cuando el niño tenía 6 años, la familia se mudó a Kirguistán, a la aldea de Belovodskoye, cuatro años después, a la aldea de Verkhchulymka (Territorio de Krasnoyarsk), y luego, a Nazarovo. Los padres ya no están vivos.
De niño, a Román le encantaba jugar al fútbol, al voleibol, al baloncesto, al tenis de mesa y al billar. También aprendió a tocar la guitarra. Después de la escuela, se graduó de la Facultad de Ingeniería Eléctrica, donde recibió la especialidad de técnico mecánico. Durante un año trabajó como montador para la reparación de máquinas industriales en una fábrica, más tarde como vigilante y luego como conductor de camiones y autobuses. Recientemente, se ha dedicado a la reparación de electrodomésticos.
Román estaba familiarizado con las enseñanzas bíblicas desde la infancia. A medida que crecía, empezó a estudiar la Biblia más a fondo y se convenció de la consistencia de este libro. Le encantaba relacionarse con los testigos de Jehová, le gustaba su franqueza, su capacidad para disfrutar de las cosas pequeñas y su amor por la vida. A la edad de 21 años, también decidió hacerse testigo de Jehová.
Roman conoce a su esposa Olesya desde la infancia. Se casaron en 2005. Olesya es testigo de Jehová de cuarta generación: sus bisabuelos fueron exiliados a Siberia en 1951 por sus opiniones religiosas. En la época soviética, el padre de Olesya, así como el de Roman, cumplieron 3 años de prisión por negarse a unirse al ejército. La esposa de Roman es economista y contadora de profesión, trabajó como operadora en una gasolinera y en un café, le encanta cultivar verduras y hacer preparativos.
A Roman y Olesya les gusta pasar tiempo en la naturaleza y viajar en moto a lugares pintorescos. También les gusta charlar con amigos y practicar deportes.
En 2007, la pareja se mudó a la República de Khakassia. Allí Román cumplió el servicio civil alternativo. Dado que el creyente se adhiere a puntos de vista amantes de la paz, defendió su derecho a este servicio, que no está relacionado con las estructuras militares, en los tribunales durante varios años. La pareja vivió en Khakassia durante 9 años, y en 2016 se fueron a Sakhalin, donde aún viven.
"La vida se dividió en un antes y un después", dice Roman, "ya que tuvimos que reconstruirnos por completo a las nuevas realidades". Los familiares experimentaron estrés. No pueden entender cómo, en pleno siglo XXI, una persona puede ser perseguida por sus buenas acciones.