Biografía
En la época soviética, la abuela de Kristina Gruzdeva fue reprimida por motivos étnicos y pasó 19 años en prisión. Ahora, en la Rusia moderna, Kristina también se enfrentó a una persecución injusta, pero en su caso, por su fe en Jehová Dios.
Kristina nació en septiembre de 1983 en Kurgan. Su padre trabajaba como electricista, su madre era ingeniera-física de formación. Durante muchos años, la mujer trabajó en el Centro Kurgan de Normalización y Metrología. El padre no tomaba parte activa en la vida de los hijos, por lo que la madre, básicamente, los criaba sola. Kristina tiene un hermano menor.
De niña, Kristina estudió ballet, en la escuela secundaria se enamoró de la lectura, especialmente de la literatura clásica rusa. Se licenció en psicología. Después de la universidad, trabajó durante algún tiempo de profesión en un jardín de infantes. Kristina ahora trabaja como ama de llaves.
La abuela de Kristina era una persona religiosa, le enseñó a su hija tradiciones y costumbres, las cuales llevó a su familia, aunque era atea. Al crecer, los niños comenzaron a hacer preguntas a su madre sobre la existencia de Dios, sobre el significado de los símbolos y tradiciones religiosas. Para responderlas, la madre de Kristina comenzó a leer la Biblia en 1994. Dos años más tarde, se hizo testigo de Jehová. Desde la infancia, Kristina se interesó por la Biblia, le cautivó la coherencia de este libro y su coherencia con la ciencia, así como la practicidad de los consejos bíblicos para una persona moderna. En el año 2000, Kristina y su hermano también se embarcaron en el camino cristiano.
En 2005, Kristina se casó con Maksim, quien comparte su visión de la vida. Un año después de la boda, la pareja se mudó a Berezovsky (región de Sverdlovsk). En 2016 nació su hija. Los Gruzdev llevan un estilo de vida activo, les encanta ir de excursión juntos, aunque la hija aún no comparte este amor. A la niña le encanta pintar. Kristina es aficionada a la costura y la costura, aprende alemán, le encanta el teatro y el ballet.
Después de la búsqueda, Kristina tiene miedo de separarse de su hijo, le preocupa si ella y su familia están siendo seguidos. El creyente recuerda: "Al día siguiente de la búsqueda, por primera vez en mi vida, aprendí lo que es un ataque de pánico".
La madre y la suegra de Kristina, que no es testigo de Jehová, están indignadas porque se está persiguiendo injustamente a personas pacíficas. El hermano de Kristina compartió: "Cuando estaba recopilando documentos que confirmaban que mi abuela fue reprimida en la Unión Soviética debido a su nacionalidad, ni siquiera podía imaginar que mi hermana que vivía en un país democrático sería perseguida por motivos religiosos".