Biografía
En 2020, Vladimir Dutkin, de 57 años, de Cheboksary, sufrió muchas dificultades. En junio perdió a su única hermana menor, que murió de cáncer, y en noviembre las fuerzas de seguridad acudieron a él para buscarlo. Se abrió una causa penal contra el creyente en virtud de un artículo "extremista".
Vladímir nació en mayo de 1963 en Novoaltaisk (Territorio de Altái) en el seno de una familia de carpintero y cajero. En su primera infancia, se mudó con sus padres a Cheboksary. Mi padre murió en 1992.
Vladímir creció como un niño polifacético: jugaba al voleibol, al fútbol, al hockey, esquiaba, participaba en espectáculos de aficionados y en olimpiadas de matemáticas, tocaba la guitarra. Después de la escuela trabajó como cerrajero en una fábrica, picapedrero, empresario, secretario de la organización Komsomol, jugó al voleibol y participó en concursos de humor. En 1995 recibió una educación superior en economía con un título de contador. Desde 1998 hasta la actualidad ha trabajado como agente de seguros. Vladimir sigue llevando un estilo de vida activo: practica deporte, le encanta cantar y bailar con sus amigos.
Vladimir comenzó a pensar en el significado de la vida cuando tenía 25 años. A los 31 años comenzó a buscar respuestas a sus preguntas y las encontró en la Biblia. "Las profecías me convencieron de la exactitud con la que se cumplieron. Esto confirmó claramente que Dios estaba detrás de ellos", dice el creyente. A la edad de 39 años se hizo testigo de Jehová.
En 1996, Vladimir tuvo una hija, Juliette, en matrimonio. Después del divorcio, la hija se quedó con su padre. Se graduó de la Facultad de Comunicaciones y trabaja como especialista en publicidad. A Juliette le encanta leer desde la infancia. Cuando se dio cuenta de que sin el Creador no podía haber tal orden en el Universo, ella, al igual que su padre, decidió embarcarse en el camino cristiano de la vida.
La muerte de su hermana y el proceso penal cambiaron radicalmente la vida de Vladimir y su familia. La madre, de 81 años, comenzó a tener problemas de salud, lo que obligó a la creyente a mudarse a su casa.
Durante el registro, se le confiscó todo el equipo a Vladimir, lo que le impide trabajar plenamente y tener los medios necesarios para vivir. Los parientes y conocidos del creyente están indignados y no entienden cómo es posible apresurarse a buscar a personas pacíficas y perseguirlas solo por su fe en Dios.