Biografía
El 15 de febrero de 2019 tuvo lugar una de las operaciones más masivas e inhumanas contra los creyentes en Surgut y en varias otras ciudades del distrito autónomo de Khanty-Mansi. 7 personas denunciaron tortura, 3 personas estuvieron detenidas durante mucho tiempo y el número total de acusados en causas penales superó los 20. Uno de ellos es Vasile Burenescu. ¿Qué sabemos de él?
Vasily nació en 1958 en la ciudad de Balti (Moldavia). Su padre abandonó a la familia a temprana edad, y su madre tuvo que trabajar tan duro que durante varios años el niño vivió en un internado. Solo los fines de semana regresaba a casa con su madre, su abuela y su bisabuela, con quienes le encantaba pasar el tiempo. De adolescente, le gustaba el atletismo y el levantamiento de pesas, le encantaba pescar. Después de graduarse de la escuela a la edad de 16 años, consiguió un trabajo como mecánico de automóviles.
En 1977, Vasily se casó con Natalia, tuvieron una hija, Irina. Un año más tarde fue reclutado por el ejército. En 1984 nació el segundo hijo de la familia Burenescu: Vasily. En busca de trabajo, la familia tuvo que cambiar de lugar de residencia: Múrmansk, Pechora, Inta, Ukhta, Arkhangelsk, Surgut. Trabajó en el campo del comercio, así como en el de cargador.
Cuando Vasily tenía 42 años, comenzó a tener muchas preguntas difíciles en la vida, cuyas respuestas encontró en la Biblia. Le llamó especialmente la atención el versículo del Salmo 37, que dice que los justos nunca serán abandonados y que sus descendientes no pedirán pan. Comenzó a pensar en quién es el justo y cómo llegar a serlo. La esposa y los hijos tienen una fe diferente, pero esto nunca ha sido motivo de discordia en su familia: todos respetan las decisiones de los demás.
Mirando hacia atrás, Vasily señala que el momento más difícil de su vida ha quedado atrás: pudo hacer frente a la adicción al alcohol, que interrumpió la felicidad de su familia durante 12 años. Hasta la fecha, Vasili, de 61 años, sufre de dolor constante, limitado en movimiento. Se le concedió el III grado de discapacidad.
Su esposa, Nataliya, tiene una actitud negativa hacia el hecho de que las autoridades del país estén procesando a su marido como extremista. Ella cree que él no está haciendo nada criminal, sino que solo practica su religión.