Biografía
Después del asalto a las casas de los creyentes en julio de 2018, Sergey Britvin terminó en un centro de detención preventiva, donde terminó pasando casi 2 años. Fue juzgado y declarado culpable de organizar actividades extremistas, por lo que fue condenado a 4 años de prisión en una colonia de régimen general. En marzo de 2021, fue llevado a una colonia de Novosibirsk.
Sergey nació en 1965 en la ciudad de Belovo (región de Kemerovo). Desde niño fue aficionado a la gimnasia y otros deportes. Sergey es operador de grúa y conductor de profesión, trabajó como conductor de BelAZ. Actualmente, es una persona con discapacidad del grupo II.
En 1992, Sergey se casó, y en 1995 comenzó a estudiar la Biblia, ya que estaba interesado en la doctrina de la resurrección de los muertos. Años más tarde, su esposa Natalia también se interesó por las Sagradas Escrituras. Se sintió particularmente conmovida por los efectos positivos de la fe en su esposo.
La hija, el yerno, el nieto, los hermanos y la hermana de Sergey no comparten sus creencias religiosas, pero están indignados por lo que le sucedió. Según los familiares del creyente, es inaceptable encarcelar a las personas solo porque estudian pacíficamente la Biblia en casa.
Historia del caso
En enero de 2021, la sentencia entró en vigor para dos mineros de la ciudad de Berezovsky: 4 años cada uno en una colonia de régimen general debido a que profesan la religión de los testigos de Jehová. Ambos tienen familia. En el momento de la detención de Vadim Levchuk, su hijo era menor de edad. Sergey Britvin pertenece al grupo II de discapacidad. La persecución comenzó en julio de 2018, cuando se produjo una ola de registros en la ciudad, tras lo cual el Tribunal del Distrito Central de Kemerovo colocó a ambos en un centro de detención preventiva. Mientras se llevaba a cabo la investigación y el juicio, los creyentes pasaron casi 2 años en prisión. El caso de Britvin y Levchuk fue investigado por el FSB. No se identificaron víctimas ni daños. Los creyentes fueron declarados culpables de organizar las actividades de una organización extremista sólo porque se comunicaban con amigos sobre temas espirituales. El fiscal del estado recomendó que el tribunal designara 6,5 años de prisión para cada uno. Los creyentes se declararon inocentes, insistiendo en que practicar su religión no está prohibido por la ley. El 30 de diciembre de 2021 fueron liberados de la colonia, habiendo cumplido íntegramente su condena.