Biografía
Las verdades bíblicas una vez afectaron grandemente a Sergey Belousov, un residente civil de Seversk. La fe en Dios le ayudó a encontrar sentido a la vida, pero ahora se ha convertido en un pretexto para el enjuiciamiento penal. En marzo de 2021, los agentes del orden notificaron al creyente que se había abierto una causa penal en su contra.
Sergey nació en marzo de 1978 en la pequeña ciudad de Esil (Kazajistán) en el seno de una familia de músicos. Sergey tiene un hermano mayor. Su madre es profesora de piano y su padre es profesor de piano y acordeón.
De niño, Sergey asistió a las secciones deportivas de sambo y boxeo. Después de la escuela, vino a estudiar a la Escuela de Fabricación de Instrumentos de Tomsk, donde recibió una especialidad en ingeniería electrónica. Más tarde, Sergey se graduó en la Universidad Politécnica de Tomsk. Durante 10 años trabajó en una planta petroquímica como electricista, jefe de grupo, jefe de obra y, más tarde, como diseñador en un instituto de diseño.
En 1997, mientras estudiaba en una escuela técnica, Sergey conoció a su futura esposa Svetlana, que estudiaba para ser ingeniera de software. Se casaron 2 años después. Los cónyuges disfrutan del patinaje sobre hielo y la recreación al aire libre en su tiempo libre. A Sergei también le encanta el fútbol y tocar la guitarra, y Svetlana se dedica a la costura: tejer, coser y también andar en bicicleta.
En 2001, Sergey conoció a los testigos de Jehová, quienes lo ayudaron a encontrar respuestas en la Biblia a las preguntas que le preocupaban. Después de algún tiempo, la esposa de Sergey se unió al estudio de las Sagradas Escrituras, porque siempre había creído en Dios y consideraba que la Biblia era un libro especial. Pronto se convirtió también al cristianismo.
En el año 2000, la pareja tuvo una hija. Fue criada como creyente. Le gusta tocar el piano y la guitarra, así como la creatividad y el estudio de lenguas extranjeras.
La persecución penal afectó negativamente la salud física y emocional de Sergey y su familia: los privó de paz, no les queda una sensación de vigilancia constante. "Cada golpe en la puerta genera ansiedad, ya que se recuerdan los sentimientos experimentados durante la búsqueda", dice Sergey. Además, las enfermedades crónicas del creyente se han agravado: los dolores de cabeza se han vuelto más frecuentes, hay aumentos repentinos de presión y trastornos del sueño. Las hijas de Sergey comenzaron a tener pesadillas.
Los familiares de Sergey están muy preocupados por él y su familia. Simplemente no pueden entender cómo en el siglo XXI una persona que está tratando de llevar un estilo de vida altamente moral puede ser perseguida por creer en Dios y etiquetada como "extremista".