Biografía
El 10 de abril de 2019 se llevaron a cabo registros en las familias de los creyentes de Abakan. Valentina Baranovskaya y su hijo Roman fueron detenidos. Se abrió una causa penal contra ellos en virtud de un artículo "extremista". La investigación duró más de un año, y luego el caso fue considerado en la corte durante 8 meses. En febrero de 2021 se tomó una decisión sin precedentes: una mujer de 70 años fue condenada a 2 años de prisión por creer en Jehová Dios. 3 meses después, el Tribunal Supremo de Jakasia confirmó el veredicto.
Valentina nació en 1951 en el pueblo kazajo de Vannovka. Junto con su hermano y su hermana mayores, creció en una familia dominada por las creencias comunistas. En 1973 se graduó en ausencia en el Colegio Financiero de Ufa. Al año siguiente, nació un hijo, Román. Cuando tenía 7 años, la familia se instaló en Ashgabat (Turkmenistán). En 1991 se mudaron a Abakan, donde aún viven.
Valentina trabajó como contadora y economista y se jubiló en 2006. Es una persona creativa, desde pequeña escribe poesía, le encanta felicitar a sus amigos y cantar canciones de boda. Le encanta cocinar y recibir invitados, y en su tiempo libre le encanta resolver crucigramas.
En 1995, Valentina y su hijo comenzaron a leer la Biblia. Le impresionaron las hermosas verdades que allí se encierran. Le impresionó especialmente la idea de que Dios no podía mentir. Decidió confiar en la Biblia siempre y en todo y vivir de acuerdo con sus mandamientos.
La persecución penal minó la salud de Valentina: en el verano de 2020, justo antes del inicio de las audiencias judiciales, se le diagnosticó un infarto cerebral o accidente cerebrovascular isquémico. Según los médicos, el creyente se encontraba en el hospital en estado moderado. Todo esto, sin embargo, no impidió que el tribunal condenara a la anciana a una pena de prisión real.
Los familiares se sorprendieron al enterarse de que Valentina y su hijo fueron condenados solo por su fe. "Saben que somos personas pacíficas, amables, decentes... Todavía no pueden entrar en razón", dice Valentina.