Rimma Popova con sus amigas después de la sentencia
En Karachay-Cherkessia se dictó la quinta sentencia contra un testigo de Jehová. Una mujer, de 56 años, recibió una sentencia suspendida por Faith
Karachay-CherkessiaEl 20 de enero de 2025, se anunció la sentencia de Rimma Popova, residente de Cherkessk: 4,5 años de prisión suspendida. Las conversaciones sobre Dios y la lectura de la Biblia fueron equiparadas por el juez Din-Islam Chotchaev con el extremismo. "Sufrí un ataque al corazón por la experiencia", dijo el acusado.
La creyente enfrentó un proceso penal en junio de 2023, cuando su casa fue registrada. Tres meses después, el Comité de Investigación abrió una causa penal contra ella. Rimma fue interrogada y detenida, y luego el tribunal la puso bajo arresto domiciliario durante 2 meses. Debido al estrés severo, la mujer fue hospitalizada y, después de ser dada de alta, se le colocó un brazalete electrónico en la pierna para rastrear su paradero.
En abril de 2024, el caso de Popova llegó al Tribunal Municipal de Cherkessk. La acusación se basaba en el testimonio de una mujer con la que Rimma discutió la Biblia. El creyente comentó sobre esto de la siguiente manera: "¿Había algo extremista en nuestra conversación con Miroshnik sobre el matrimonio, durante la cual hablamos de cómo fortalecerlo, cómo relacionarnos unos con otros: es importante que una esposa tenga seguro el amor, y que un esposo sea respetado? Eso es lo que dice la Biblia".
En respuesta a la acusación de que "siguió favoreciendo a los seguidores de las enseñanzas religiosas de los testigos de Jehová", Popova señaló: "Es extraño que la fiscalía no citara ni una sola cita de los cuadernos, cuadernos y notas que me incautaron, que supuestamente contenían tal propaganda". El fiscal pidió un castigo para la mujer en forma de 4,5 años en una colonia penal.
En 2022, la doctora Emily Baran, experta en Rusia y en las relaciones entre la Iglesia y el Estado, señaló: "Rusia sigue tratando a esta comunidad religiosa [de los testigos de Jehová] como extremistas peligrosos, a pesar de la total falta de pruebas que respalden esta afirmación". Para 2024, 11 testigos de Jehová, entre ellos 7 mujeres, ya habían sufrido por su fe en Karachay-Cherkessia.