Boris Simonenko, de 68 años, fue condenado a dos años y siete meses de prisión por creer en Jehová. El tribunal consideró que su condena ya había cumplido
Región de VladímirEl 28 de julio de 2023, Dmitriy Kirillov, juez del Tribunal de la ciudad de Kovrov de la región de Vladímir, condenó a Boris Simonenko a 2 años y 7 meses de prisión. El período de su permanencia en un centro de detención preventiva y de otras medidas preventivas se cuentan para este término. El creyente permanece en libertad, pero se le aplicarán una serie de restricciones durante el próximo año.
En febrero de 2021 comenzó el proceso penal contra Simonenko, el primero de los tres testigos de Jehová de la ciudad de Kovrov sospechosos de extremismo. La casa de Boris fue registrada. Se le acusó de organizar la actividad de una asociación religiosa liquidada. Así es como la investigación interpretó que él daba discursos bíblicos.
El anciano fue enviado a un centro de detención, donde pasó casi 5 meses, 4 de los cuales, en la "celda de prensa" (una sala donde se plantan otras personas específicamente para presionar a la persona arrestada) con dos ex comandantes de la policía. Uno de ellos es Vasiliy Voskoboynikov, condenado por organizar la tortura en un centro de detención. Boris recuerda: "Me prohibieron acostarme, sentarme, incluso en la mesa durante las comidas, me rociaron con agua fría por la noche, impidiéndome dormir, esparcieron mis cosas y comida, desfiguraron mis platos y gritaron constantemente". Según el creyente, durante este período recibió un gran apoyo de cartas de familiares y compañeros creyentes de todo el mundo. En julio de 2021, Simonenko fue puesto bajo arresto domiciliario y, seis meses después, la medida preventiva se cambió por la prohibición de ciertas acciones.
El fiscal solicitó al tribunal que encarcelara a Boris Simonenko en una colonia penal durante 6 años. La acusación contra el creyente se basó en grabaciones secretas de conversaciones telefónicas entre él y su esposa, así como en capturas de pantalla de una computadora que mostraban a los creyentes comunicándose entre sí a través de un enlace de video. Durante las audiencias, dos compañeros creyentes de Boris Simonenko, Aleksey Kupriyanov y Roman Adestov, fueron interrogados. El caso de Kupriyanov está siendo escuchado en el mismo tribunal. En junio de 2023, Vasiliy Safronov, juez de ese tribunal, condenó a Adestov a un año en una colonia penal.
En su declaración final, Boris dijo: "[Durante el injusto proceso penal] mi esposa y yo apreciamos aún más el apoyo de amigos leales y de Dios; Nos dimos cuenta de lo felices que somos. No nos sentimos víctimas. Al contrario, mi fe y la fe de mi familia se han fortalecido". También compartió: "La asombrosa resistencia de nuestros hermanos y hermanas me fortalece enormemente. Especialmente el ejemplo de Valentina Baranovskaya, una anciana que resistió toda [la persecución] y salió victoriosa. Me di cuenta de que yo también estoy obligado a aguantar".
Cabe destacar que en junio de 2022, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró ilegal la liquidación de las entidades jurídicas de los testigos de Jehová en Rusia y la prohibición de sus actividades, y dictaminó detener el enjuiciamiento penal de los creyentes y que se pusiera en libertad a los encarcelados.