La apelación presentada en la ciudad de Penza revocó la sentencia de prisión para Vladimir Alushkin. Seis creyentes recibieron una sentencia suspendida.

16 de septiembre de 2020 El Tribunal Regional de Penza conmutó la sentencia de Vladimir Alushkin, reemplazando 6 años de prisión por 4 años de sentencia suspendida. A su esposa, Tatiana, y a 4 creyentes más, el tribunal dejó vigente la sentencia -2 años condicionalmente-. Los creyentes no admitieron su culpabilidad en el extremismo. El veredicto entró en vigor.

La persecución de los creyentes de Penza ya dura 3 años. Incluso antes de que se iniciaran los casos penales, los agentes habían estado siguiéndolos durante varios meses, registrando que los creyentes no habían renunciado a sus creencias religiosas después de la proscripción de las entidades legales de los testigos de Jehová en Rusia y seguían reuniéndose para estudios bíblicos conjuntos.

15 de julio de 2018. Vladimir Alushkin fue arrestado por primera vez. Pasó 3 días en un TDF y luego 181 días en el centro de detención preventiva #1 en la región de Penza.

El 14 de enero de 2019 Alushkin fue liberado del centro de detención preventiva. El tribunal lo puso bajo arresto domiciliario, donde pasó 11 meses más. Sus correligionarios Vladimir Kulyasov, Andrei Magliv (ayuda a su esposa a cuidar de su anciana madre) y Denis Timoshin pasaron 515 días bajo arresto domiciliario.

El 13 de diciembre de 2019, Alushkin fue arrestado por segunda vez. Fue detenido en el Tribunal de Distrito Leninsky de Penza, después de que el juez Roman Tanchenko anunciara la decisión: Vladimir Alushkin fue condenado a 6 años de prisión, su esposa, Tatyana, a 2 años de prisión suspendida. El tribunal también condenó a Galia Olkhova, Denis Timoshin, Andrey Magliv y Vladimir Kulyasov a 2 años de prisión suspendida. Incluso antes de que el veredicto entrara en vigor, Alushkin fue trasladado de Penza a uno de los centros de detención de Mordovia.

En Marzo 25, 2020. Vladimir fue liberado nuevamente del centro de detención preventiva. Esto sucedió después de que el Tribunal Regional de Penza anulara la sentencia del 13 de diciembre y la enviara a un nuevo juicio. Vladimir Alushkin (y el resto de los acusados) recibieron una medida preventiva en forma de suscripción para que no se fuera.

El 9 de julio de 2020. El Primer Tribunal de Casación devolvió el caso de Alushkin y 5 de sus asociados para que se considerara una nueva apelación ante el Tribunal Regional de Penza. Incluso antes del anuncio de la decisión de la instancia de apelación, que suavizó la sentencia de Alushkin en virtud de la parte 1 del artículo 282.2 del Código Penal de la Federación Rusa y dejó en vigor la pena condicional para el resto, los creyentes estaban bajo la suscripción de no irse.

"Es bueno que los creyentes no vayan a la cárcel. Y, sin embargo, el tribunal los declaró injustamente culpables de extremismo. No hay víctimas, ni daño, ni siquiera intenciones de infligirlo. Toda su culpa es que en nombre de su religión existe la combinación de palabras "testigos de Jehová", que la propaganda cubre metódicamente con mitos sobre una amenaza a la sociedad. Aunque las propias autoridades rusas han asegurado en repetidas ocasiones que esta religión no está prohibida", comentó Yaroslav Sivulsky, de la Asociación Europea de Testigos de Jehová, sobre el fallo judicial.

Cabe destacar que el 1 de octubre de 2019 el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU declaró ilegal el arresto de Vladimir Alushkin. "Una medida apropiada de protección", dice el documento, "sería la liberación incondicional de Vladimir Alushkin y la concesión de su derecho exigible a recibir una indemnización y daños y perjuicios.