El Tribunal Europeo de Derechos Humanos levantó las medidas provisionales, pero sigue examinando la denuncia de tortura presentada por los residentes de Surgut
Francia, Área Autónoma de Khanty-MansiEl 20 de marzo de 2019, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) levantó las medidas provisionales urgentes impuestas en caso de amenaza para la vida del demandante. Sin embargo, el cese de tal amenaza, que permite levantar las medidas provisionales, no significa que el TEDH reconociera la falta de prueba de las torturas cometidas el 15 de febrero de 2019. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos sigue examinando la denuncia de Sergey Loginov y otros creyentes de Surgut (Zona Autónoma de Khanty-Mansi) sobre las torturas que se les infligieron.
El 18 de marzo de 2019, el Gobierno ruso, en su respuesta al TEDH, refiriéndose a los exámenes médicos realizados, indicó la ausencia de enfermedades que impidieran la detención de Sergey Loginov. Sin embargo, todavía no se ha llevado a cabo un examen médico independiente para detectar la tortura (examen de la piel por expertos en el campo del examen médico forense, investigación psicológica) en relación con el creyente.
El abogado del creyente solicitó un examen independiente con la participación de dermatólogos y psicólogos, así como otros expertos altamente especializados en quemaduras en la piel, con el fin de identificar rastros del uso de pistolas paralizantes y las consecuencias psicológicas de la tortura. En respuesta a esta petición, el creyente, que fue golpeado con una pistola paralizante a través de un paño húmedo para reducir la apariencia de quemaduras en su cuerpo, fue examinado externamente por un paramédico del centro de detención preventiva a través de los barrotes de la prisión. Más tarde, se organizó una consulta con un psiquiatra en el centro de detención preventiva por la presencia de enfermedades mentales en Loginov. Por su parte, la defensa no dudó de que no padecía enfermedad mental, pero pidió identificar el trauma psicológico causado por el uso de la tortura. Rusia no lo ha hecho.
El 5 de marzo de 2019, 18 días después de la tortura, cuando los rastros de quemaduras causadas por la pistola paralizante se volvieron indistinguibles, Loginov fue examinado en el Hospital Clínico del Distrito de Nizhnevartovsk para detectar la presencia de enfermedades que impidieran su detención. Al mismo tiempo, los especialistas en el campo del estudio de la piel y un psicólogo aún no participaban en el examen.
Así, las autoridades rusas sustituyeron la obligación de examinar a Loginov en busca de tortura por un informe médico sobre su estado general de salud. Los creyentes continúan buscando una investigación sobre lo que sucedió.