Un nuevo caso penal y arresto domiciliario de dos creyentes en la región de Perm

El 17 de septiembre de 2018, en Perm y otras ciudades del territorio de Perm, como Gubakha y Ocher, se llevaron a cabo registros en los hogares de ciudadanos sospechosos de profesar la religión de los testigos de Jehová. Varios ciudadanos fueron detenidos e interrogados, entre ellos Boris Burylov, de 77 años. Según datos preliminares, después de tres días de detención en el centro de detención, Igor Turik, de 50 años, y Viktor Kuchkov, de 51, fueron puestos bajo arresto domiciliario.

El 7 de septiembre de 2018, un investigador del Departamento de Investigación del Servicio Federal de Seguridad de Rusia en el Territorio de Perm inició un caso penal contra estos ciudadanos. Turik, Kuchkov y Burylov están acusados de violar el artículo 282.2(1) (organización de una comunidad extremista). Según la información disponible, los servicios de seguridad intervinieron sus teléfonos y los vigilaron.

Durante los registros, se incautaron teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos a los ciudadanos. Durante los registros e interrogatorios, los agentes del FSB amenazaron a los ciudadanos con largas penas de prisión.

Los organismos encargados de hacer cumplir la ley en todo el país interpretan erróneamente las reuniones pacíficas de creyentes como "actividad extremista". Decenas de activistas de derechos humanos, así como el Consejo de Derechos Humanos presidido por la Federación de Rusia , expresan su preocupación por la creciente represión religiosa.