Alexander Verkhovsky: "Sería mejor para el Estado no embarcarse en esta pendiente resbaladiza"

"Los libros de la Biblia están escritos en diferentes idiomas. Hay muchas opciones: canónicas, no canónicas. La cuestión de la canonicidad del texto, muy probablemente, no debería, después de todo, ser considerada por un tribunal secular.

Pero en cualquier caso, sin entrar en casuística, ya sabemos que hay muchas traducciones de la Biblia. Estas traducciones son diferentes y serán diferentes, al igual que las traducciones de cualquier libro son siempre diferentes. Por lo tanto, decir que está en estas diferencias... No puedo imaginar lo que el fiscal probará en la corte. ¿Que encontrará alguna diferencia entre la traducción adoptada por los testigos de Jehová y la traducción del Sínodo y probará que estas diferencias son extremistas? Esa sería la única forma lógica, por así decirlo, pero me temo que no se puede probar nada de esa manera. Aunque sabemos cómo se están llevando a cabo estos procesos en nuestro país. A menudo muy rápidamente, diría yo.

Por lo tanto, lamentablemente, no se puede descartar que la fiscalía también se beneficie aquí. Pero, en general, esto sigue siendo un escándalo muy grande, por lo que tal vez alguien, después de todo, se dé por vencido y esto no suceda. Sin embargo, si la fiscalía gana, por supuesto que habrá problemas para los testigos de Jehová. Sin embargo, también pueden surgir problemas en otras personas. Y no porque accidentalmente hayan recibido la Biblia en la traducción equivocada. Es posible que ni siquiera se hayan dado cuenta. Al fin y al cabo, no todo el mundo lo entiende así. Sino simplemente porque abre aún más las perspectivas de las prohibiciones más inesperadas. Esto, en general, depende de la imaginación, en gran medida. Por lo tanto, sería mejor, por supuesto, que el Estado no se embarcara en esta pendiente resbaladiza, porque es completamente incomprensible a dónde conducirá.

Alexander Verkhovsky, Director del Centro de Información y Análisis SOVA, miembro del Consejo Presidencial de Derechos Humanos.