Historia del caso
En mayo de 2022, en la calle central de Yaroslavl, las fuerzas del orden detuvieron al ingeniero de comunicaciones Anton Kokovin. Después de un registro en su lugar de residencia y en el apartamento donde estaba de visita, el creyente fue interrogado. Lo pusieron bajo acuerdo de reconocimiento. Se abrió una causa penal por la participación en las actividades de una organización extremista: así es como el investigador del Comité de Investigación de la Federación Rusa consideró la participación en el culto pacífico a través de un enlace de video. Resultó que, desde marzo de 2019, se han guardado grabaciones de audio ocultas de los servicios de adoración de los testigos de Jehová. En mayo de 2023, el caso llegó a los tribunales, y en septiembre de 2024, el creyente fue condenado a una multa de 75.000 rublos.
